martes, 12 de octubre de 2010
TRADICIÓN-Mitología wayuu.
Por: Delio Guerra Ibarra.
Los wayuu, un pueblo indígena que tradicionalmente habita las tres regiones de la península de La Guajira –Alta, Media y Baja– siendo las regiones Alta y Media de mayor concentración de los wayuu que más conservan una auténtica identidad étnica.
Su territorio de asentamiento se caracteriza generalmente por ser tierra desértica, salitrosa, arenosa y pedregosa; también es una tierra de mucha escasez de agua, tanto en su superficie como subterránea. Su sustento se deriva de la pesca artesanal, el cultivo de cereales y tubérculos en pequeñas huertas, el pastoreo de porcinos y bovinos, como también el comercio, por influencia de la zona fronteriza. Esta comunidad indígena expresa su cosmovisión a través de su lengua materna, llamada por ellos con el nombre de wayunaiki. Así mismo, tienen sus propias costumbres, leyes, leyendas y milenarias mitologías transmitidas oralmente de generación en generación.
Cuenta esta mitología que un joven líder wayuu de nombre Warapurú convenció a un grupo de coterráneos de otras castas para que lo acompañaran en su aventura de encontrar tierras fértiles y un lago con abundante agua.
Ellos, Itojoro, Wososopo y Worojoro, este último un anciano, decididos a todo lo que viniera en su camino, se embarcaron en esta aventura por el arenoso desierto guajiro, bajo el sol canicular, con tal de encontrar la tierra fértil que habían soñado. Los mayores empezaron a arrepentirse de su iniciativa, sin tomar precaución, el primero en desistir fue Warojoro, ya agotado dijo que se olvidaron de él. Los demás continuaron sabiendo que éste moriría. Uno a uno fueron cayendo los miembros de la expedición, sin que los demás pudieran hacer nada por ellos.
Los únicos que lograron sus objetivos fueron Warapuru, Itojoro y Wasosopo, que al llegar al gran lago con tierras inmensamente fértiles, todos querían descansar y se quedaron en un sueño profundo. Fue entonces cuando la diosa Worunka se quejó ante su padre Mareiwa de lo sucedido por causa del arrebato de Warupuru. Mareiwa, el gran dios de los indígenas, enojado los convirtió a todos en cerros y a cada uno lo bautizó con el nombre de los nativos wayuu que querían abandonar sus tierras.
Estos aventureros mitológicos, convertidos en cerros por la ira de su dios Mareiwa, nunca jamás alcanzaron a imaginarse las riquezas ocultas que había en el seno de su tierra natal, tales como la sal marina más grande de Sur América, localizada en el municipio de Manaure; el gasoducto transnacional de Ballenas, del corregimiento de El Pájaro; la mina de carbón de cielo abierto más grande del mundo, que hoy en día provee de energía a EU, Europa y China. Además de éstos, los lugares de recreación y de turismo como son sus hermosas playas del Cabo de la Vela, de Camarones y Mayapo, los santuarios de los flamencos de Camarones y de Musichi.
Delio Guerra Ibarra
C.C. 17.806.635 de Riohacha