lunes, 18 de octubre de 2010
La guerra recurrente de América Latina
Por: Weildler Guerra Curvelo
Como lo afirmaron agunos medios continentales con el escritor peruano Mario Vargas Llosa el Nobel de Literatura ha vuelto a Latinoamérica. Independientemente de que algunos consideren controversiales sus declaraciones políticas fue la extraordinaria calidad de su obra literaria el factor determinante para su premiación. Si bien este galardón vuelve a otorgar vigencia a todas sus publicaciones hay una en especial: La guerra del fin del mundo (1981), que podría considerarse un emblema de los sangrientos enfrentamientos civiles latinoamericanos y de las subyacentes utopías e ideologías que los orientaron.
Esta obra recrea los sucesos de la Guerra de Canudos ocurrida en el estado brasileño de Bahía entre 1896 y 1897 con un costo de más de 25.000 muertes. Ella constituye también un homenaje a Euclides Dacunha el joven periodista que en su libro Los Sertones, publicado en 1901, narró y analizó estos sucesos desde una visión determinista geográfica y modernizante. La figura central del alzamiento Antonio Conselheiro aparece como un hombre atávico, cegado a la razón producto del anacronismo étnico. Un fanático religioso que ejercía un oscuro magnetismo sobre campesinos y salteadores del nordeste del Brasil.
La personalidad de Antonio Conselheiro ha ejercido atracción en figuras destacadas de las letras latinoamericano. Borges anota con estético asombro que para el heresiarca de Canudos la virtud era casi una impiedad. Vargas Llosa resalta que cuando el ejército brasilero cercaba a Canudos en 1897 con una cuarta y poderosa fuerza militar luego de tres sucesivas derrotas las gentes luchaban por entrar al asentamiento sitiado, no por salir. El Conselheiro se oponía al pago de impuestos, al matrimonio civil y a muchas de las nuevas instituciones de la republica. Anunciaba el fin del mundo en 1900, “pero antes en 1899 los ríos se tornarían rojos y un planeta cruzaría el espacio”. Esto lo decía en un lenguaje llano y comprensible expresado con una voz cavernosa que parecía conocer los atajos del corazón.
Desde la perspectiva antropológica Canudos es un caso típico de milenarismo y encaja en los llamados procesos contraaculturativo que son reacciones de las agrupaciones humanas a las consecuencias destructoras y desorganizadores de procesos de cambio en su vida social. Las autoridades brasileras percibieron los hechos a través de una exacerbación Ideológica acusando a los rebeldes de monárquicos y vieron en el transfondo una inexistente conspiración inglesa. Durante la lucha por la toma de Canudos degollaron a miles de sus habitantes..
Símbolos inesperados de esta guerra aun persisten en la cotidianidad de América Latina. Los soldados cariocas llamaron cerro de la Favela a una elevación cercana a Canudos por la abundancia de esa planta propia del Sertón. Cuando retornaron a Rio de Janeiro nombraron así al conjunto de barracas que brotaban desordenadamente en las colinas de su ciudad. Canudos vive en las barriadas de Rio, Caracas y Medellín en donde el estado no tiene el control absoluto y, por el contrario, es continuamente retado por sus habitantes.
Antonio Conselheiro es según, el académico José Fernández Tejada, un individuo que rompe con el orden racional constituido: religión, oligarquías y republica y reintegra la vida al orden primordial de la realidad. Como no suscribir entonces con entusiasmo el lema que inculcó entre sus seguidores.”Abajo la república , el censo y el sistema métrico decimal”.
wilderguerra@gmail.com