Boletin oficial.
Riohacha octubre 06 de 2010
El DAS solicita a la comunidad, (familiares, amigos y conocidos), de personas desaparecidas en esta región, que aporten información para su identificación.
El 4 de octubre de 2010, en inmediaciones del Municipio de Hatonuevo (La Guajira), en el km 1, sobre la vía que conduce al municipio de Barrancas, Finca la marranera de propiedad del señor Jesus Maria Jaramillo Jiménez, siendo las 15:00 horas, detectives de la Seccional DAS La Guajira, con el apoyo de personal del laboratorio criminalística del nivel central DAS y en compañía del Fiscal 177 de la Unidad de Justicia y Paz de Valledupar (Cesar), adelantaron la exhumación de cuatro (4) cuerpos en estado esquelético, entre las que se encuentran tres (3) de sexo masculino y uno (1) de sexo femenino, presuntas víctimas de Bloque Norte de las Autodefensas.
Del cuerpo de la mujer, se puede indicar que corresponde al de una joven aproximadamente 25 años de edad, de contextura delgada, de 1.65 metros. Sin más datos
Uno de los hombre corresponde a una persona de contextura media, de 1.68 metros de estatura en aproximaciones, cabello corto de color negro y lizo, usaba un jean de color azul.
De los cuerpos restantes no se encontró elementos o prendas de vestir que permitan hacer la descripción; no obstante, por lo expresado por el antropólogo forense que lideró la diligencia, se presume que corresponden a dos individuos de sexo masculinos, de contextura media y que oscilaban entre los 25 y 35 años de edad.
Los cuerpos quedaron a disposición del Instituto Nacional de Medicina Legal sede Riohacha en calidad de custodia, en espera del despacho comisorio emitido por el fiscal 177 de la Unidad de Justicia y Paz de Valledupar (Cesar), para su traslado al Instituto Nacional de Medicina Legal en Bogotá, donde se adelantaran las diligencias de identificación humana.
Los investigadores del caso esperan la comparecencia ante el organismo de personas víctimas de los ataques por parte de integrantes del Bloque Norte de la Autodefensa que aterrorizaron a la región del Caribe, para que aporten información o peritan y faciliten la toma de muestras de ADN, para los cotejos con el ADN de los cuerpos exhumados.