lunes, 19 de julio de 2010
BANANERAS
Por: Victor Manuel Polo Rodriguez
Pelechua-El pueblo de barro
(Publicado en el semanario "LA NOTICIA" Julio 14 de 2010)
Es un escenario anclado en el tiempo pasado, cuando el ladrillo y el cemento no eran utilizados. Sus calles son estrechas y largas, con ondulaciones que asemejan un oleaje. Aquí todo lo desechable es usado como materia prima para hacer una ventana tapar un hueco o construir un techo que los proteja de la intemperie, en su interior se encuentran numerosos miembros de una sola familia durmiendo en el piso que además es el mismo lugar donde comen sus alimentos en expresivas partituras de miseria que contrastan con los vecino que tienen al frente; las fincas de banano y palma de aceite.
Dentro de esos, mil doscientos hombres y mujeres que se ganan un salario mínimo en las fincas, se encuentra Carlos Cujia quien hace cinco años llegó de Santa Marta buscando empleo como tractorista en la Finca Don Alberto y desde entonces se convirtió en un habitante más de Pelechua, hoy es el presidente de la Junta de Acción Comunal de este caserío. Nadie mejor que él para tratar de comprender este panorama lleno de contrastes. Por un lado el famoso progreso y la generación de empleo que hacen alardes los propietarios de las fincas con sus inversiones en La Guajira y por el otro la pobreza, la miseria, el abandono y las infrahumanas condiciones en que viven estos seres humanos, que de paso son sus trabajadores.
“La gente que vive en Pelechua trabajan en su mayoría en las fincas de banano y de palma de aceite. Cuando ellos llegaron a este lugar por primera vez uno encontraba hasta cinco familias en una sola casa. Yo era el conciliador del pueblo frente a las empresas. Empezamos a construir casas de barro y a darle forma a todo esto que usted ve hoy aquí. Aquí hay gente de Aracataca, Orihueca, Rio Frio, de Santa Marta, Ciénaga, Fundación, del Copey Cesar, de Algarrobo, esta es la mano de obra que sostienen las fincas en este sector. Solo este año se está contratando mano de obra guajira porque algunos han aprendido el tema del banano. Las fincas están distribuidas así, del grupo Daabon Doña Carmen, Don Alberto, Rosa Paulina, Mane Julián, Alberto Pio, Las Mercedes que es Palma, El grupo Cadavid tiene la Finca la Esperanza, Doña Marce y la Nacira , la empresa donde trabajo que se llama Eco Fair que es una alianza de Daabon con una empresa de Puerto Rico. Hoy trabajar en estas fincas les representa a un obrero unos ingresos mensuales de $ 538 mil pesos porque va incluido los descuentos de los servicios de salud, los horarios de trabajo son de seis de la mañana hasta las siete de la noche, trabajamos más de ocho horas”.
La gente cree que la arraigada pobreza de Pelechua se debe a que quienes la habitan son desplazados de otras regiones de la costa y llegan a este lugar con las manos vacías, teniendo que comenzar de cero, encontrando en las fincas trabajo y un medio de subsistencia para sus familias. Viven para trabajar y lo poco que ganan solo les alcanza para comer, el resto lo inventan en remiendos que se hacen visibles en sus casuchas de cartón y de barro. Distinto a lo que buscaba el gobierno departamental en abrir escenario de empleo para los guajiros, el banano ha servido en este lugar, como imán para traer más desplazados que trabajan un tiempo y muchos no resisten las cargas laborales renunciando a las fincas pero quedándose en Pelechua, uniéndose al cordón de miseria existente, haciéndolo extenso cada día. Pelechua asegura hoy que será más pobre en el futuro, con más casas de barro, más cambuches, más niños, menos educación, menos servicios médicos.
La muerte de una niña
Gregoria Luna es la madre de Adela María una niña de tres años de vida que falleció hace nueve días en sus brazos. Un fuerte dolor de cabeza que se le presentó en la madrugada la hizo vivir los momentos más angustioso de su existencia al verse impotente ante aquella emergencia y con un puesto de salud sin medico como ha permanecido desde este año en Pelechua.
“Mi hija murió de un derrame cerebral, cuando se le presentó el fuerte dolor de cabeza, yo le bañé para ver si la fiebre se le bajaba pero no fue así, no había un medico en este lugar que me ayudara, me tocó a esa hora de la madrugada llevármela para el hospital de Riohacha donde murió. Este año no hemos visto un medico en el puesto de salud de Pelechua hay solo una enfermera que viene todos los días pero no entrar al puesto porque tiene candado. Estamos pidiéndole a quien le corresponda que por favor nos coloque un medico en el puesto de salud porque merecemos ser atendidos”.
Reunión con el gobernador
La comunidad de Puente Bomba y Pelechua ha solicitado una reunión con el gobernador Jorge Pérez Bernier que ha sido confirmada para el 28 del presente, como también un espacio para escucharlos el próximo 1 de agosto en el Consejo Comunitario o encuentro con el pueblo en Cotoprix, donde darán a conocer sus quejas frente a las empresas bananeras que según los propios campesinos pagan bajísimos salarios, reciben agresiones verbales de los capataces de las fincas al tiempo de no recibir la población ningún beneficio dentro de la responsabilidad social que tienen los empresarios bananeros en esta región por sembrar en territorio guajiro.