jueves, 25 de noviembre de 2010
JIMMY SIERRA PALACIO NO VOTÓ REFORMA A LAS REGALÍAS APROBADA POR LA CÁMARA
Mediante una constancia fijó su posición de desacuerdo con el acto legislativo impulsado por el Gobierno nacional.
Tras dos días de debate, la Plenaria de la Cámara votó anoche positivamente el proyecto de Acto Legislativo por el cual se constituye el sistema general de regalías, se modifican los artículos 360 y 361 de la Constitución política y se dictan otras disposiciones sobre el régimen de regalías y compensaciones…
Con 103 votos a favor y 12 en contra la iniciativa cumplió cuatro rondas, dos en Senado y dos en Cámara, y pasa a una segunda vuelta, en febrero del año próximo, hasta completas ocho vueltas que corresponden a una iniciativa que reforma la Constitución colombiana…
Pese a que inicialmente se habían presentado 25 proposiciones, finalmente, el articulado fue aprobado con dos proposiciones que serán estudiadas en los siguientes debates…
El Representante Jimmy Sierra Palacio no votó el proyecto de acto legislativo y en su alocución del martes expuso interesantes puntos de vista en defensa de las regalías de La Guajira, intervención de la cual presentamos el siguiente extracto:
Para no participar en la votación, Sierra Palacio se retiró de la plenaria de la corporación en la cual la iniciativa surtía la primera etapa de su cuarta de ocho vueltas…
Eran las nueve de la noche del martes y Sierra Palacio, prolongando los cinco minutos que le había concedido la presidencia de la Cámara, pudo exponer casi todo su fundamento cuestionador del proyecto presentado por el Gobierno nacional.
Al retirarse del recinto con el aval del partido Liberal, del cual es miembro, el congresista guajiro dejó constancia de su posición de desacuerdo con la iniciativa, insistiendo en que era un acto lesivo para los intereses de los entes productores, en especial La Guajira.
Sobre tres ejes desarrolló Sierra Palacio su intervención: lo jurídico, lo financiero-económico y lo ambiental.
“No me opongo a una reforma sensata del sistema de regalías, siempre y cuando sea estructural e integral, por ello me he permitido hacer unas propuestas de distribución de las regalías, dentro de una discusión sincera, abierta y desprevenida, que además abarque el manejo y distribución de las finanzas globales públicas, incluyendo las territoriales y las del nivel central”, dice Sierra Palacio en la constancia escrita de su posición frente al proyecto que dejó ante la Secretaría General de la Cámara.
“Detrás de los proyectos de regalías y de la denominada regla fiscal, las regiones vemos el fantasma del centralismo que pretende hacer retroceder nuestro país de los avances logrados en la Constitución Política de 1991”, agrega el congresista en su constancia.
De acuerdo con Sierra Palacio, “al hablar de regalía no solo hablamos de la cantidad de recursos sino de su manejo y de la autonomía de las entidades territoriales a que se refiere nuestra Carta Magna en su artículo primero”.
“Esta es mi posición que considero racional, sana, en concordancia con mis convicciones, principios y mi compromiso de defender los intereses del pueblo guajiro que me eligió… Creo que con esta posición estoy interpretando el clamor de las demás regiones productoras del país”, puntualizó Sierra Palacio.
………
LA CONSTANCIA
El texto de la constancia dejada por Sierra Palacio antes de retirarse de la plenaria, es el siguiente:
CONSTANCIA
REPRESENTANTE JIMMY SIERRA PALACIO
SOBRE EL PROYECTO DE ACTO LEGISLATIVO No. 13 DE 2010, SENADO Y 123 DE 2010, CÁMARA
“POR EL CUAL SE CONSTITUYE EL SISTEMA GENERAL DE REGALÍAS, SE MODIFICAN LOS ARTÍCULOS 360 Y 361 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA Y SE DICTAN OTRAS DISPOSICIONES SOBRE EL RÉGIMEN DE REGALÍAS Y COMPENSACIONES”
El suscrito, Jimmy Sierra Palacio, Representante a la Cámara por la circunscripción electoral de La guajira, profundamente comprometido con la defensa de los más altos intereses de mi departamento; dejo la presente constancia en relación con el Proyecto de Acto Legislativo No. 13 de 2010 y 123 de 2010 Cámara.
Nuestra Constitución Política que en su artículo 1º. Establece:
“Colombia, es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria,descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”
Tenemos claro que el acatamiento a la Carta Magna implica deberes, pero también derechos. Por ello no puede ser de buen recibo que a las regiones, sobre todo a las más atrasadas y desprotegidas, permanentemente, se les critique, se les menosprecie, se les caricaturice por conductas indecorosas de algunos de sus administradores y no se les reconozca la labor de patria que en forma cotidiana adelantan quienes, desde su terruño, en condiciones infrahumanas, adelantan sus actividades, a diferencia de quienes, desde el nivel central, disfrutan de todos los servicios y ventajas de la civilización.
Gran parte de los defensores del centralismo, desde diferentes trincheras, no hacen otra cosa que reproducir este sistema, a pesar de ser claramente obsoleto, propiciador del atraso, del populismo, de la desigualdad, del autoritarismo y, sobre todo de la corrupción. Nuestro país, hace más de una centuria padece este mal, agravado por un presidencialismo a ultranza, que, en lugar de disminuir se ha venido enraizando cada vez más.
La misma situación de orfandad que sienten nuestros diplomáticos en el concierto mundial, la experimentamos los dolientes de las regiones ante los poderes centrales del país. No sabemos hasta cuándo resistirá la paciencia y la resignación de nuestras gentes.
RIQUEZA MAL REPARTIDA
La mayor riqueza que tiene el Planeta Tierra no son los minerales y los combustibles fósiles, sino el agua, el oxígeno, la tierra fértil y, en general, los recursos que permiten que haya vida, y sobre todo vida inteligente como la de los humanos.
Algunas regiones del país, han sido premiadas por la naturaleza, con recursos renovables abundantes – ¡en buena hora!- Estas regiones, que se ubican, principalmente en el denominado “Triángulo de Oro”, se han beneficiado, con justicia, de sus ventajas comparativas, y por ello sus habitantes viven en poblaciones que gozan de los servicios de agua potable, energía eléctrica, establecimientos educativos y de salud, lo cual les permite gozar de una calidad de vida muy superior a la de las regiones que no fueron premiadas por la naturaleza con tales recursos.
A manera de compensación, el subsuelo de las regiones más atrasadas cuenta con las mayores reservas de recursos naturales no renovables, cuya explotación genera aproximadamente el 5.6% del PIB, dentro de cuyo monto, se incluyen las regalías que escasamente llegan al 1.33% de la riqueza generada por dicha explotación; es decir, la menos de la cuarta parte del total. La distribución de esta riqueza queda entonces de la siguiente manera: el monto de las regalías equivale al 23.7% de todo el PIB minero energético, lo cual significa que el 76.3% del producto restante se distribuye entre las empresas explotadoras, el Gobierno Nacional (impuestos más utilidades de Ecopetrol) y las empresas vendedoras de servicios que por lo general radican por fuera de las regiones mineras.
El proyecto no toca para nada, los ingresos de las empresas explotadoras. Hay que recordar que la tasa de regalías que era fija, se flexibilizó a favor de las multinacionales en 1999 cuando el precio del petróleo estaba muy bajo. Pues, este puede ser el momento para que, dentro de una política de flexibilización, se establezca una tabla progresiva de regalías a favor del Estado Colombiano, sin que se afecte la estabilidad financiera de las empresas explotadoras.
EL SECTOR CENTRAL NO DA BUEN EJEMPLO
En la última década el País vivió una época de buenos precios de nuestros productos exportables lo que permitió altos ingresos fiscales al Gobierno Nacional, sumados a los US$6.000 millones recibidos por el Plan Colombia y los ingresos provenientes de la privatización de varios activos del Patrimonio Público. Pero la misma administración que gastó improductivamente esta ingente cantidad de recursos nos dejó redactado un proyecto de acto legislativo denominado como Regla Fiscal, cuyo propósito era el de manejar las finanzas de manera racional; es decir, hacer lo contrario de lo que ellos habían hecho. No sobra agregar que la ejecución de esta bonanza fiscal, no solo estuvo signada por la irracionalidad sino por un alto grado de manejos corruptos.
Ahora bien, en relación con el manejo de las regalías, no se puede pasar por alto que desde la constitución de 1991 y la ley 141 de 1994, el Gobierno Nacional ha tenido un alto grado de injerencia en todas las fases del proceso de ejecución de las regalías; a saber: en la liquidación, en el recaudo, en la distribución, en la asignación, en el giro a las entidades territoriales, en el control y seguimiento y, por último, en la uso y el abuso de los recursos del FAEP. En consecuencia, no puede declararse sorprendido, cuando sale a la luz pública cualquier manejo ineficiente o irregular de los proyectos financiados con regalías.
Existe además una estrategia maquiavélica en contra de las regiones y la descentralización que, en forma sibilina, utiliza los siguientes argumentos:
a) Que las regalías están distribuidas inequitativamente entre las regiones, quedándose unas pocas privilegiadas con “la parte del león”, mientras a las demás no les toca nada o casi nada.
b) Que la ejecución que hacen las entidades territoriales (se supone que todas) no solo es ineficiente sino corrupta.
c) Que como se viene una “bonanza”, las entidades territoriales no pueden ejecutar esos recursos porque se generaría la llamada “enfermedad holandesa”. Argumento que es discutible, puesto que el monto total de las regalías escasamente alcanza al 1% del PIB; preguntamos:¿Qué pasa entonces con el restante 99% del PIB?, especialmente con los recursos provenientes de las exportaciones privadas, tanto legales como ilegales? Y cómo controlan los capitales especulativos que, al igual que un anzuelo, entran, pescan y se van? Acaso no generan revaluación?
d) Que en época de “vacas gordas hay que guardar para cuando lleguen las vacas flacas”. Como la culpa se la cargan a las entidades territoriales; ello significaría que no cumplan con las coberturas de salud, educación, agua potable, etc. con la actual generación, para que las generaciones venideras sí cuenten con estas coberturas.
LA REGLA FISCAL
Este proyecto de ley tiene felices a los tecnócratas centralistas, porque es gemelo con el proyecto recentralizador del manejo de las regalías. Pero la alegría de un tecnócrata centralista es inversamente proporcional al bienestar de los marginados. Curiosamente, se había concebido como un proyecto de acto legislativo, pero finalmente fue presentado como un proyecto de ley, de manera que hoy tenemos tramitándose en forma simultánea el Proyecto de Acto Legislativo de la Sostenibilidad Fiscal y el proyecto de ley de Regla Fiscal, que se supone es el que desarrollaría el acto legislativo una vez sea aprobado.. Es curioso que no haya sucedido lo mismo con el de regalías, ya que si, como dice el Gobierno, no se va a modificar la titularidad de las regalías directas, entonces podrían hacerse las modificaciones de los porcentajes de distribución, participación y ahorro a través de proyectos de ley.
El FAEP fue creado por ley y bastaría con hacerle unas modificaciones a la 209 de 2004 para adecuarlo al nuevo escenario del SGR.
NUESTRA POSICION FRENTE A LA REFORMA DEL SGR
No me opongo a una reforma sensata del sistema de regalías, siempre y cuando sea estructural e integral, por ello me he permitido hacer unas propuestas de distribución de las regalías, dentro de una discusión sincera, abierta y desprevenida, que además abarque el manejo y distribución de las finanzas globales públicas, incluyendo las territoriales y las del nivel central.
Detrás de los proyectos de regalías y de la denominada regla fiscal, las regiones vemos el fantasma del centralismo que pretende hacer retroceder nuestro país de los avances logrados en Constitución Política de 1.991. Ya que al hablar de regalía no solo hablamos de la cantidad de recursos sino de su manejo y de la autonomía de las entidades territoriales a que se refiere nuestra Carta Magna en su artículo primero.
En consecuencia, con base en las anteriores consideraciones, como disciplinado con mi partido, dejo constancia de mi posición en torno al proyecto de acto legislativo no. 13 de 2010 y 123 de 2010 de cámara “por el cual se constituye el sistema general de regalías, se modifican los artículos 360 y 361 de la constitución política y se dictan otras disposiciones sobre el régimen de regalías y compensaciones”
Esta es mi posición que considero racional, sana, en concordancia con mis convicciones, principios y mi compromiso, de defender los intereses del pueblo guajiro que me eligió. Y no obstante creo que con esta posición estoy interpretando el clamor de las demás regiones productoras del país,
De los honorables representantes:
JIMMY SIERRA PALACIO
Representante Liberal por La Guajira
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario